¿Por qué a veces MENTIMOS al psicólogx?

¿Alguna vez has ido al psicólogx? ¿Es posible que hayas dicho alguna «mentirijilla»? ¿Te has parado a pensar por qué?

Lo que he podido aprender en todos estos años en mi vida personal y profesional es que la mayoría de las veces que mentimos al psicólogx (también lo podemos aplicar a muchas otras situaciones de nuestra vida) es por los siguientes motivos (por uno o varios a la vez):

  • Tema difícil de reconocerlo para nosotrxs mismxs. Hay temas, comportamientos, actitudes, pensamientos,… que no nos enorgullecen… por eso a veces es difícil reconocerlos porque a veces creemos que «no debería ser así» y de alguna manera así nos autoengañamos y no nos aceptamos tal cual somos. Conocernos es el primer paso para poder cambiar aspectos que nos provocan malestar.
  • Imagen que damos a otros: Nos preocupa que el/la psicólogx (o cualquier otra persona) tenga una mala imagen de nosotrxs mismxs. Por eso, en ocasiones omitimos, decoramos o cambiamos la realidad para que la otra persona tenga una imagen positiva sobre nosotrxs. Dar una buena imagen nos refuerza la autoestima, pero hay que recordar que cuando vamos al psicólogx es para hacer un trabajo de conocimiento personal y buscar herramientas para afrontar situaciones que en ese momento nos generan dificultades. ¿Qué quiere decir? Confiad en el profesional sabe ser imparcial y te dará apoyo en estas situaciones, todas las personalidades son válidas.
  • Falta de confianza: En ocasiones aparecen temas, dificultades, pensamientos,… en un momento en que aun no estamos preparados para trabajar ya que estamos en un estadio previo. Más adelante te doy algún consejillo.
  • Vínculo con el/la profesional: Como cualquier otra persona necesitamos encontrarnos a gusto para poder explicar pensamientos y situaciones personales. A veces ese vínculo no se ha creado (por la falta de confianza que antes os he comentado, también por falta de afinidad, por falta de comodidad en el espacio, con la intervención del profesional,…) porque necesita un proceso personal y relacional.

Conocernos y trabajar aspectos personales no es fácil sobretodo si nos implicamos en el proceso. Por ese motivo los consejos que os doy son los siguientes:

  1. Sinceridad y transparencia: Os aconsejo ser lo más sincerxs. Eso no quiere decir no establecer vuestros límites. No siempre estamos preparados para hablar y trabajarnos ciertos temas en cualquier momento.
  2. Asertividad: Ser capaces de expresar de manera educada lo que pensamos. Si no nos vemos preparados para hablar o trabajar algo, o bien si no nos sentimos cómodos, poderlo decir abiertamente al profesional.
  3. En caso de que los anteriores consejos los hayáis aplicado, no os hayan funcionado y os sigáis sintiendo incómodos con aquel espacio o profesional (no hayáis creado confianza, no os veáis preparados para trabajar temas personales,…) de manera continuada os aconsejo valorar otras opciones, como por ejemplo, cambiar de profesional o bien solicitar ayuda en caso de que detectéis que no sabéis como empezar a implicaros a trabajar esas dificultades personales.
  4. Estos no son los únicos consejos, si tenéis más que os hayan funcionado ¡bienvenidos sean!

Como psicólogx os tengo que decir que, por desgracia, no tenemos el poder de leer la mente (ya me gustaría!), aunque hay veces que detectamos esos «muros» que dificultan el trabajo personal. A nivel profesional nos sirve para poder seguir diferentes caminos, uno de ello, puede ser abiertamente plantearlo a la persona (en mi caso durante el proceso voy preguntando antes de detectar esos «muros» para que la persona tenga confianza en que es su camino y, yo como apoyo, estaré ahí necesite dar pasos más largos, más cortos, usar atajos o bien cambiar de ruta para más tarde ir llegando a aquellos parajes que esté preparadx para visitar). Otra opción aunque no sea tan directa puede ser postponer el trabajo de determinados objetivos a otro momento, aplicar otra metodología y herramientas. Sea cual sea el camino que siga el profesional, siempre nos tiene que hacer reflexionar y ser autocríticxs con el hecho de que los objetivos los tiene que plantear quien va al psicólogx no el profesional.

¿Alguna vez os ha sucedido esto? ¿Qué os ha funcionado y creéis que os ayudó? ¿Qué creéis que os dificultó el proceso?